Hasta 13 agentes de la Policía Penitenciaria italiana han sido detenidos y otros ocho suspendidos de su trabajo este lunes acusados de abusos, torturas y un caso de intento de violación a jóvenes reclusos de la cárcel 'Cesare Beccaria' de Milán, al norte de Italia.

La investigación, según la Fiscalía, se inició en 2022 a raíz de algunos informes recibidos por el garante de los detenidos y se desarrolló "a través de escuchas y la observación de las imágenes de las cámaras del centro, que permitieron recabar varias pruebas de episodios de violencia contra los menores recluidos", según los medios italianos.

Los agentes están acusados de lesiones, complicidad en el delito de lesiones en perjuicio de menores agravado por motivos fútiles e intento de violencia sexual por parte de un oficial hacia un recluso, según las mismas fuentes.

"Las noticias que llegan del Instituto Penal Juvenil Cesare Beccaria de Milán, con miembros de la Policía Penitenciaria detenidos y suspendidos con cargos son muy graves", ha aseverado Gennarino De Fazio, secretario general del sindicato de la Policía Penitenciara UILPA. "Nos dejan consternados e incrédulos. Naturalmente, tenemos una confianza incondicional en los investigadores, incluida la propia Policía Penitenciaria, y en el poder judicial y esperamos que pronto se arroje toda la luz sobre lo ocurrido", ha añadido.

De Fazio ha puntualizado que este asunto puede llamar la atención sobre la situación en la cárceles que "genera y alimenta violencias y atrocidades, a veces a ambos lados de los barrotes".

"Ahora escucharemos los discursos habituales de políticos y gobernantes, pero una vez apagados los focos, todo volverá a ser como antes", ha lamentado el sindicalista, que reclama "reformas inmediatas y un decreto penitenciario, con procedimientos de urgencia, para asegurar el sistema", recordando los suicidios de 32 internos y cuatro agentes desde principios de año en las cárceles italianas.