El hombre detenido este jueves en una operación antiyihadista desarrollada por la Guardia Civil en una vivienda del municipio granadino de La Zubia es un policía de esta localidad, según confirmaban fuentes del instituto armado citadas por la agencia Efe.

En la operación se ha registrado una vivienda en la primera planta de un edificio del Camino de Gójar, en La Zubia, en la que se han intervenido varias armas. De la vivienda, situada en la zona de La Zubia que conecta con Ogíjares, en el área metropolitana de Granada, los agentes se llevaron arrestado a un hombre, además de alguna caja y varias armas.

Fuentes cercanas a la operación han añadido que el arresto lo ha ordenado la Audiencia Nacional, órgano ante el que declarará el detenido. Los vecinos del detenido han explicado a Efe que el hombre es huraño y mantiene diferencias con el resto de los propietarios del bloque. Son ellos los primeros que han apuntado que se trata de un agente de la Policía Local de Granada, que tenía varias armas de fuego en la vivienda y banderas de distintos países.

Un policía local radicalizado por Telegram

En concreto, el ahora detenido, Alejandro L.M. se hacía llamar desde hace tres años Isbin Ben Iscandar, y era policía local desde 1990. De hecho, puede vérsele vestido de uniforme en vídeos subidos por la propia Policía de Granada, como uno más entre sus compañeros, una imagen que contrasta con la de su arresto en su domicilio, acusado de yihadismo.

Según medios locales, se convirtió al islam en 2021 y se habría radicalizado posteriormente a través de Telegram, aunque en sus propias redes sociales puede verse que, pese a su conversión, seguía disfruntado del vino y la cerveza. Entre las páginas a las que daba 'me gusta' se encuentran muchas relacionadas con Marruecos y el islam, pero sus vecinos aseguran que nunca se hubieran imaginado que esos gustos le llevaran a la radicalización.

En su domicilio, los agentes se incautaron de documentación relacionada con la yihad y armas de fuego, tanto profesionales como personales, y eso fue lo que realmente precipitó su detención, aunque en el pueblo corrió como la pólvora el rumor de que un policía había intentado cometer un atentado, un extremo que descartan fuentes de la investigación.