Según ha informado la policía catalana, al detenido, de 34 años y que se encuentra en prisión preventiva por orden del juez, se le acusa de seis robos con fuerza cometidos en las últimas semanas en Barcelona, aunque no se descarta que participara en otros asaltos.

Los Mossos iniciaron la investigación que ha llevado a detener al presunto ladrón el pasado 26 de julio, cuando presuntamente entró a robar en un restaurante del distrito de Ciutat Vella, del que se llevó 200 euros y dos tabletas electrónicas, rompiendo parte de los cristales de la fachada con una tapa de alcantarilla.

Con ese mismo utensilio, el detenido forzó supuestamente otro restaurante y dos domicilios de la calle Jovellanos de Barcelona e intentó robar en un almacén de la calle Cirera, del que acabó huyendo al ser descubierto por los vecinos.

El pasado 14 de septiembre, el detenido perpetró otro robo en una clínica dental de la calle Rocafort de Barcelona, aunque fue sorprendido por la policía cuando salía por el agujero que había abierto en el escaparate del local e intentaba darse a la fuga en una bicicleta.

Los Mossos d'Esquadra mantienen abierta la investigación del caso y no descarta detener a otras personas relacionadas con estos robos en Barcelona.