Agentes de este cuerpo alertados de lo que ocurría por vecinos de la zona lucharon, de hecho, contra las llamas haciendo uso de los extintores de sus vehículos hasta la llegada de los bomberos, pues el hombre había prendido fuego intencionadamente en varios puntos a la puerta de madera de la parroquia, se relata en un comunicado de la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

En él se destaca que, una vez localizado el acusado, cuya descripción facilitaron varios ciudadanos que presenciaron lo sucedido, reconoció espontáneamente haber sido el autor del incendio y profirió amenazas contra los testigos, al tiempo que aseguraba que trataría de quemar la iglesia nuevamente. Y se añade que las llamas fueron finalmente sofocadas por los bomberos, que emplearon para ello 500 litros de agua, según se detalla.