Había ocasiones en las que los arrestados esterilizaban el instrumental médico con un lavavajillas del propio domicilio, provocando un riesgo en la salud de los pacientes. El falso facultativo ejercía sin titulación ni licencia tanto en una clínica privada clandestina en Murcia -que ya ha sido clausurada- como en domicilios particulares carentes de las adecuadas medidas higiénicas.

Muchos de los menores eran bebés a los que administraba anestésicos antes de la intervención, sin realizar un preoperatorio adecuado ni una consulta previa para estudiar posibles alergias o reacciones adversas. Los detenidos son tres hombres, de entre 22 y 45 años, uno de ellos de nacionalidad marroquí y los otros dos españoles de origen libanés.

A uno de ellos, además, se le imputa un delito de lesiones causadas a un bebé de tres meses que tuvo que ser ingresado en la UCI pediátrica en estado de inconsciencia debido a la anestesia utilizada, que podría haber alcanzado una cantidad tóxica.

El falso médico, que ya contaba con antecedentes por estafa y delitos contra la Propiedad industrial, usurpaba la identidad de un antiguo socio de la mencionada clínica para realizar las intervenciones quirúrgicas a los menores en varias provincias españolas.

Además de las intervenciones que realizaban en la clínica, en numerosas ocasiones se trasladaba a cualquier parte de España en el caso de que los pacientes residiesen fuera de Murcia.

En estos casos, los detenidos practicaban las circuncisiones "sin las más mínimas condiciones higiénico sanitarias" y en alguna ocasión realizaron las intervenciones en una mesa camilla de un domicilio particular.

Durante los registros practicados en la clínica -que carecía de autorización de funcionamiento- se halló numeroso material quirúrgico, medicamentos caducados e incluso alguno de ellos ilegal al no estar autorizado por la legislación sanitaria.