Bajo la etiqueta de una botella de agua. Así ocultaba camuflada una diminuta cámara un hombre que durante dos años ha grabado a mujeres sin su consentimiento en los baños de un bar de Palma.
El detenido había colocado dos dispositivos de grabación que simulaban ser la etiqueta de una marca de agua mineral mientras que el líquido que contenía la botella hacía invisible la propia cámara. Fue una clienta quien encontró el dispositivo casualmente y avisó a la Policía.
Los agentes que ya han detenido al hombre de 42 años, que además era uno de los socios de lo local. En su casa han encontrado hasta 44 tarjetas de memoria donde almacenaba más de 1.000 imágenes de al menos 38 mujeres afectadas, aunque los investigadores creen que la cifra puede ser de cientos.
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Concretamente, estos aparatos colocados en el urinario femenino captaban la mitad inferior del cuerpo de las mujeres cuando acudían el baño. Se trata de un dispositivo muy sofisticado y considerablemente costoso ya que la cámara captaba perfectamente la imagen y el sonido de la persona grabada y se activaba por movimiento.
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