La Policía Nacional en Murcia ha detenido a un empresario agrícola de 53 años acusado de explotación laboral a extranjeros, en su mayoría en situación irregular en España.

A los trabajadores les obligaba a hacer jornadas de más de 12 horas y les pagaba 150 euros por la quincena, siempre que hubiesen cumplido con los objetivos del explotador. Lo habitual era que los trabajadores cobrasen menos, alegando que no habían llegado al límite exigido

Además, el acusado efectuaba los traslados al campo con los trabajadores hacinados en una furgoneta. El hombre operaba en dos naves industriales de Santomera y de la pedanía murciana de El Raal, que fueron inspeccionadas por los agentes en colaboración con funcionarios de la Inspección de Trabajo. Las naves han sido clausuradas de forma cautelar por el juez que tomó declaración al detenido.

Según comprobó la Policía en una de las inspecciones, donde trabajaban en ese momento 31 extranjeros -22 de ellos en situación irregular- los empleados estaban controlados en todo momento, tenían que pedir permiso hasta para ir al baño, soportaban condiciones de salubridad denunciables y eran obligados a trabajar aún sufriendo lesiones o cortes, algo habitual en esa empresa.

El detenido, de nacionalidad egipcia, era el responsable también de trasladar de las naves al campo a los trabajadores y para ello utilizaba una furgoneta para el transporte de mercancías que no tenía asientos ni cinturones de seguridad.

En el momento de su arresto, el pasado 13 de enero, fue sorprendido cuando transportaba a siete personas, si bien se ha comprobado que en ocasiones trasladaba hasta a 13 trabajadores.

El hombre ha sido puesto a disposición de la Justicia, que ha ordenado el cierre cautelar de las naves y el bloqueo de la cuenta del arrestado.