"Soy inocente, me
están colgando un muerto", así se dirigía Jordi Magentí a los periodistas
que se concentraban en su casa. Durante horas los Mossos han registrado palmo a
palmo la vivienda donde Jordi vivía con su actual pareja. También lo han hecho
en el garaje y en una finca rústica que tienen a 500 metros de allí.
Los investigadores
buscan ADN de Marc y Paula en alguna prenda del principal sospechoso. También
analizan las suelas de sus zapatos, quieren cotejarlas con las huellas que los
agentes recogieron en el lugar del crimen.
A primera hora también
se producía otro registro, éste en la casa de la madre del presunto asesino. El
hijo de Jordi, también detenido, acompañaba a los Mossos en esta ocasión. Los investigadores están convencidos de que
el hombre que mató a su mujer hace 20 años también asesinó a Marc y a Paula.
Estas son las evidencias:
Declaró que no estaba en
el pantano el día que desaparecieron los chavales, pero las cámaras de
seguridad, según los Mossos, demostraron lo contrario. El todo terreno de Jordi
fue grabado en el pantano el 24 de agosto y en días posteriores haciendo movimientos
extraños.