Un matrimonio francés intentó viajar a Marruecos para tratar de sacrificar a su hijo de cincos años al creer que estaba endemoniado. La detención se produjo en el Puerto de Algeciras. El matrimonio intentaba embarcar con su coche con destino Tánger.

Sobre ellos pesaba entonces una orden de detención europea y de entrega, pues se conocía que el pequeño estaba en peligro. Fue un conocido de la familia quien advirtió que el niño corría un tremendo peligro porque los padres aseguraban que estaba absolutamente poseído.

Se pusieron en marcha los dispositivos de búsqueda en la salida a Marruecos. Finalmente, lograron localizar al matrimonio y al niño en Algeciras, que se encuentra en un centro de menores a la espera de volver a Francia.