La Guardia Civil ha detenido a una mujer en relación a la desaparición de su pareja, un varón de 67 años, al tener conocimiento del hallazgo de un cráneo humano en el interior de una vivienda en Castro Urdiales, en Cantabria.

La detenida, una mujer de nacionalidad española de 61 años, le entregó a su vecina esta caja meses atrás y esta la acabó abriendo por el fuerte hedor que desprendía. Entonces, descubrió lo que realmente contenía y denunció los hechos.

Según ha informado la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ), la mujer es sospechosa de un delito de homicidio porque es posible que haya relación entre los restos humanos hallados con los del desaparecido.

El cráneo hallado ya se ha remitido al Servicio de Criminalística para proceder a los correspondientes análisis.

La mujer, de 61 años y nacida en Utrera (Sevilla), tiene antecedentes por dos estafas cometidas en los últimos años. Una de ellas en Vigo en 2013, y la otra, más reciente, de 2017. En este último caso, primero entró en casa de su tía y de su pareja y se hizo con documentación bancaria y 300 euros y, más tarde, una vez que esa pareja se rompió y ella se fue a vivir con su tía a Cádiz, estafaron al hombre 6.600 euros.

El hombre estaba desaparecido desde abril

La Guardia Civil ha confirmado que la cabeza "podría pertenecer" a un vecino de Castro Urdiales que desapareció el pasado mes de abril. Así lo recoge 'El Diario Montañés', que además apunta que el hombre tenía una relación sentimental desde hace al menos años con la ahora detenida.

Desde un principio, según el citado medio, los agentes a cargo de la investigación sospecharon de la mujer del desaparecido. Una hipótesis que podría demostrarse si se confirma que el cráneo pertenece al hombre desaparecido.

Le dijo a su vecina que en la caja había juguetes sexuales

La mujer le dio la caja que contenía el cráneo a su vecina, asegurando que en su interior había juguetes sexuales y que temía que la Guardia Civil, que investigaba la desaparición de su pareja, registrara su casa y los encontrara.

Sin embargo, pasados seis meses la vecina abrió la caja para ver su contenido. Una vez encontró la cabeza en su interior, alertó a la Guardia Civil y a los servicios de emergencias, que tuvieron que atenderla tras sufrir una crisis nerviosa.