Diagnosticar un infarto o controlar a distancia a pacientes coronarios con un simple reloj es posible. Lo ha descubierto el cardiólogo madrileño Miguel Ángel Cobos, empleando un reloj inteligente de la marca Apple Watch series 4 y 5.

Es imprescindible que el reloj esté en contacto directo con la piel para que el sensor que lleva el smartwatch mida, con exactitud, la actividad eléctrica del corazón.

Primero se coloca en la muñeca izquierda. Así se analiza la actividad eléctrica del paciente. Después se pone el reloj en cualquier parte de la pierna, para comprobar la actividad eléctrica del paciente en dirección superoinferior.

Por último, se coloca en el pecho para observar la actividad de atrás a adelante. Exactamente en el mismo lugar en el que se colocan las ventosas de un electro habitual y con el mismo resultado.

Con el reloj se obtienen tres pequeños electros que llegan directamente al teléfono móvil para poder mostrárselos a nuestro especialista."Si tienes un dolor torácico y te haces en el momento un electro, eso tiene un extraordinario valor diagnostico que no tiene un electro realizado 24 o 48 horas después", explica Cobos, el artífice del descubrimiento.

Muy fiable por su inmediatez y con grabarnos solo unos 30 segundos nos ahorramos la visita a urgencias. Puede hasta salvarnos la vida, porque si llegamos con un infarto al hospital evitamos a los médicos el trámite del clásico electro.