En concreto, el trabajo publicado en la revista 'The Journal of Pediatrics' ha contabilizado unas 263.000 intervenciones a menores de 18 años por este motivo entre 1990 y 2010, a través del Sistema Nacional de Vigilancia Electrónica de Lesiones de los hospitales de Estados Unidos, lo que equivaldría a unas 34 heridas diarias.
"Los dos errores más habituales que oigo a mis pacientes es que el oído debe limpiarse con remedios caseros o mediante el uso de bastoncillos, y en ambos casos es falso", ha reconocido el otorrino Kris Jatana, uno de los autores de este trabajo, que recuerda que el canal auditivo suele autolimpiarse y el uso de estos productos puede empujar la cera más cerca del tímpano con el consiguiente riesgo.
En su trabajo constataron que la mayoría, 73% de las lesiones registradas, estaban provocadas por el uso de estos bastoncillos para limpiar los oídos, seguido de las provocadas por jugar con ellos 10% o por caerse con el bastoncillo en el oído 9%.
La mayoría de las lesiones ocurrieron cuando el niño usaba el bastoncillo por su cuenta (77%), seguidas de las lesiones provocadas por uno de los padres (16%) o un hermano (6%) al intentar limpiar el oído del menor. Aproximadamente dos de cada tres pacientes tenían menos de 8 años de edad, y los menores de 3 años representaban el 40 por ciento de todos estos casos.
Las lesiones más frecuentes fueron sensación de cuerpo extraño (30%), perforación del tímpano (25%) y lesión de tejido blando (23%). La sensación de cuerpo extraño fue el diagnóstico más común entre los niños de 8 a 17 años, mientras que el tímpano perforado fue el más común en los menores de 8 años.