Investigadores de la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai en Nueva York (Estados Unidos) han identificado por primera vez compuestos químicos de la marihuana en la orina de niños que se habían expuesto de forma pasiva al humo de porros, lo que constata que esta sustancia no sólo es perjudicial para quienes la consumen.

Los principales componentes psicoactivos de la marihuana son el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) pero los métodos utilizados hasta ahora para detectarlos se habían centrado en la búsqueda de biomarcadores en los propios consumidores.

Sin embargo, este trabajo publicado en la revista 'Pediatric Research' utilizó un nuevo método analítico más sensible desarrollado por los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) con el que detectar trazas resultantes de la exposición al humo de marihuana de segunda mano.

Las muestras de orina se analizaron para detectar trazas de metabolitos de marihuana y también la cotinina, un biomarcador que indica exposición al humo del tabaco.

Así, vieron que el primer compuesto fue detectado en el 16% de las muestras, con concentraciones de entre 0,04 y 1,5 nanogramos por mililitro de orina. Y las concentraciones más altas se encontraron en la orina de los niños que no eran de raza blanca.

"Aunque la presencia de metabolitos de THC en niños no implica la ninguna enfermedad sí sugiere que, al igual que el humo del tabaco, el humo de la marihuana es inhalado por los niños en presencia de adultos que la consumen", según Karen Wilson, principal autora del estudio.