La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha confirmado el primer caso de una persona infectada este año en Sevilla con meningoencefalitis, causada por el virus del Nilo, que transportan los mosquitos. Además en un joven, ingresado en la UCI, que también está contagiado de coronavirus.

El caso fue detectado este miércoles gracias a los protocolos fijados por la Sanidad andaluza el pasado verano, cuando se produjo un brote de la enfermedad. De este modo, se establece la realización de una prueba para las personas que puedan presentar síntomas de esta infección. Concretamente, el brote del año pasado causó 77 casos de enfermedad grave y siete fallecidos en la región.

Según ha detallado este jueves José María Torres, director de Salud Pública de Andalucía, "el paciente es un varón de 35 años, que sigue estable". El dirigente, además, ha confirmado que se trata de un caso que está bajo estudio pero que, de momento, no ha hecho saltar las alarmas: "Ahora no hay aves enfermas ni caballos. Este último es el sistema de alerta para saber que el virus está circulando. Ahora es pronto para que el virus empiece a circular", ha expresado.

Así se transmite el virus del Nilo Occidental

El virus del Nilo, a pesar de que puede ser contraído por humanos, no puede ser transmitido entre personas. Según informan las autoridades sanitarias y la propia OMS, esta enfermedad no se transmite así, salvo en casos muy puntuales, como transfusiones de sangre o contagios de una madre al feto.

La culpa la tienen los mosquitos: las hembras que necesitan sangre para la puesta de huevos. Normalmente, las picaduras de estos insectos no pasan más allá de la irritación de quien sufre la punzada. El problema está en si el mosquito absorbe sangre contaminada. Ahí es donde nacen las infecciones.

En este sentido, cabe recordar que el 80% de la población a la que le pica el mosquito infectado es asintomática y, por tanto, apenas notan la enfermedad. Sin embargo, el 20% restante puede experimentar alguno de los síntomas principales: fiebre, cansancio, vómitos y diarrea.

Ahora bien, la mayoría de los enfermos se curan sin secuelas y un porcentaje pequeño desarrolla una enfermedad neuroinvasiva infecciosa, como meningitis o meningoencefalitis. En este sentido, el perfil más afectado es el de las personas mayores de cincuenta años, ya que no tienen tantas defensas como la población joven; además, suelen presentar patologías previas que los debilitan, como diabetes o hipertensión.

Recomendaciones para evitar las picaduras de mosquito

Ante la alerta causada en los municipios de Sevilla el año pasado, la Junta de Andalucía compartió información en la que se recogían recomendaciones para evitar la picadura de este insecto.

En primer lugar, es fundamental hacer un buen uso de los repelentes antimosquito, seguir estrictamente las recomendaciones sobre el modo y frecuencia de uso descritos por el fabricante y, si se usa crema para el sol, aplicarla primero, dejar absorber durante veinte minutos y, entonces, aplicar dicho repelente.

También hay que evitar las zonas húmedas y oscuras, porque son los lugares preferidos para el descanso de los mosquitos. Por ello, se recomienda no pasear por ellas, limpiar las aguas residuales que pueden suponer focos para la cría de huevos de mosquito, como ocurre con algunas plantas y maceteros, y evitar estar al aire libre al amanecer o al atardecer.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que las luces son un gran atrayente para estos insectos. Los mosquitos suelen revolotear cerca de nosotros cuando tenemos nuestra habitación iluminada o incluso cuando a oscuras estamos con algún aparato electrónico que genera luz intensa (ordenadores o dispositivos móviles). Por ello, se recomienda apagar las luces cuando no sea necesario y usar mosquiteras para protegernos dentro de casa.

Junto con eso, en la medida de lo posible, hay que utilizar ropa que nos cubra la piel, tener una higiene adecuada y no usar perfumes intensos, que suelen ser atractivos para este tipo de insectos.