La investigación sobre la agresión a Álex, el joven que quedó en coma tras recibir una paliza en Amorebieta, ha tenido como clave la fotografía que los agentes de la Ertzaintza hizo a los agresores, así como el vídeo de la paliza o llamadas anónimas.

Después de agredir y dejar prácticamente muerto a Álex, algunos de sus agresores siguieron amedrentando a más jóvenes en el parque. "A uno de ellos le pusieron la zancadilla (...). Al otro le dieron un botellazo en la cara y le dijeron: 'Te vamos a matar'", contó un ertzaina que participó en dicha investigación.

Al llegar, identificaron a ocho jóvenes, quienes no estaban bebidos, como habían dicho, jóvenes que actuaban en grupo siempre de la misma manera. Para una de las ertzainas que ha declarado no hay duda: hay premeditación.

"No te encuentras una botella y la coges si no es con ánimo de realizar algo con ella. Yo veo ahí una intencionalidad", contó en el juicio. Su noche de diversión ya empezó con un intento de agresión a un menor de 14 años en el tren. Alexandru Ionita acabó con lesiones neurológicas irreversibles y pidiendo justicia.