El propio Jordi Évole se encargaba de anunciar en Twitter la presencia policial en el matadero denunciado por sus trabajadores en el programa de Salvados sobre la industria cárnica. En él, relataron cómo eran obligados a trabajar en situación irregular, a cumplir jornadas de hasta 18 horas sin descansos e incluso a tener que comprar los cuchillos para poder trabajar.

La presencia de la Policía en las inmediaciones del matadero se debe a una inspección de Trabajo, que tiene lugar tras la emisión del programa de Salvados y del despido, el pasado 2 de febrero, de 28 trabajadores de la empresa. Càrnies en Lluita, una asociación en defensa de los empleados del sector, ha informado también en Twitter de la "fuerte presencia policial bloqueando los accesos" a las instalaciones del matadero.

"Matas 14.000 cerdos al día y luego, a fin de mes, no te llega ni a 900 euros"

Jordi Évole habla en Salvados con algunos trabajadores de un matadero ubicado en Cataluña sobre sus condiciones laborales. Denuncian la situación de precariedad en la que viven con su trabajo: "Ha habido gente que no ha podido ir al lavabo", continúan, y llegan a afirmar que "mucha gente se corta y hace bajas", pero "no cobra".

Así habla el eurodiputado Marcellesi del sector de la carne en España

Florent Marcellesi, eurodiputado de Equo-Primavera Europea, habla en Salvados con Jordi Évole sobre las consecuencias del tipo de producción de carne en España. "Tiene consecuencias ecológicas, sobre la salud" y pone especial énfasis "sobre lo laboral": "Lo que tenemos son jornadas maratonianas, son despidos improcedentes, son los trastornos psicológicos, trastornos prostraumáticos..."

"Se están aprovechando de una esclavitud, de gente que no entiende el idioma"

Montse Castañé, coordinadora obrera sindical, explica a Jordi Évole en Salvados las condiciones de "esclavitud total" en las que viven los empleados de algunas empresas cárnicas por su forma de funcionar "a raíz de las falsas cooperativas". Es decir, son autónomos "pero figuran como cooperativistas", aunque, según señala Castañé, no son partícipes "en nada" de los beneficios. "Se están aprovechando de una gente que no entiende el idioma", denuncia.