Un juzgado de lo social de Cartagena (Murcia) ha declarado procedente el despido del trabajador de una empresa local de plásticos por sus comentarios homófobos contra un compañero y los gais en general, que consideró que debían ser colgados y que no tenían que vivir, lo que se considera una falta muy grave que justifica esa medida disciplinaria.
La carta de despido indicaba que esa conducta suponía un maltrato de palabra, una falta de respeto muy grave y el quebrantamiento del código de integridad de la compañía cuando el 17 de febrero el acusado distinguió como homosexual a ese compañero, que se encontraba junto a otros dos a los que eximió de esa condición.
Al día siguiente, en un taller, en presencia de varios trabajadores y de distintos contratistas, expresó su deseo de que llegara al Gobierno un partido "que echara a todos los gais y lesbianas, porque aquí solo queremos hombres y mujeres". La carta añadía que al tiempo que formulaba esos comentarios hacía gestos para señalar al denunciante, "que tuvo que abandonar la sala sumamente ofendido y humillado".
Cuando uno de los compañeros que había presenciado esa conducta le dijo que se había excedido con esas expresiones, el despedido "se limitó a reírse", señalaba la empresa en su comunicación, que añadía que al ser preguntado por "esas expresiones homófobas del peor cariz" durante la investigación abierta dijo solo que no recordaba haberlos proferido.
Al desestimar el recurso presentado contra el despido, el juzgado abre la puerta a recurrir la sentencia ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia.