El jefe de la Policía de Nueva York, James O'Neill informó de su decisión de despedir al agente Daniel Pantaleo por la muerte en 2014 del afroamericano Eric Garner, a quien aplicó una llave de estrangulamiento prohibida, lo que provocó masivas protestas en esta ciudad por brutalidad policíaca.

O'Neill, que insistió a lo largo de la conferencia de prensa que fue "una decisión extremadamente difícil", indicó que se basó en la evidencia y testimonios del juicio administrativo que se realizó a Pantaleo, tras el cual se recomendó su despido.

"Estoy aquí para anunciar mi decisión. No ha sido fácil", dijo O'Neill, quien comparecía ante la prensa afectado, ante quienes recordó que fue policía durante 34 años y que pudo haber estado en la misma situación.

El despido de Pantaleo pone fin a cinco años de un proceso legal contra el oficial y de reclamos de justicia para la familia Garner. "Estoy de acuerdo con la subcomisaria en los hallazgos del juicio y recomendaciones. Está claro que Pantaleo ya no podrá servir como oficial de policía" de Nueva York, afirmó O'Neill.

La recomendación de despido fue realizada el pasado 2 de agosto por la subcomisaria de la Policía Rosemarie Maldonado, encargada de supervisar los juicios administrativos contra los agentes, en un informe de 46 páginas en el que indicó que Pantaleo usó de forma "temeraria" la llave de estrangulamiento que causó la muerte de Garner y por mentir durante la investigación.

Hacía referencia a que Pantaleo negó haber usado la llave de estrangulamiento a los investigadores de la unidad de Asuntos Internos de la Policía. Según el informe de Maldonado, su explicación fue "inverosímil e interesada".

A raíz de este informe, Pantaleo, que hacía trabajo administrativo desde la muerte de Garner, fue suspendido y estaba en espera de la decisión de O'Neill.

El Departamento de Policía había iniciado un proceso interno en julio de 2018 contra Pantaleo por la muerte de Garner, el 17 de julio del 2014.

La llave de estrangulamiento usada le causó la muerte por asma, lo que desató protestas por el trato de la policía a negros y latinos.

Garner, de 43 años y con cinco hijos, gritó once veces "no puedo respirar" mientras varios policías intentaban arrestarlo por vender cigarrillos ilegalmente en las calles en Staten Island, suceso que fue grabado en vídeo por un transeúnte.

El "no puedo respirar" se convirtió en grito de guerra en las multitudinarias protestas que pedían una reforma policial que tuvieron lugar dentro y fuera de Nueva York. La autopsia llevada a cabo por la Oficina del Médico Forense de la ciudad determinó que se trató de homicidio.

Un gran jurado de Nueva York decidió en diciembre de 2014, después de evaluar la evidencia exhibida por la Fiscalía, no presentar cargos contra el agente, lo que también provocó nuevas manifestaciones.

Por su parte, el Departamento de Justicia también informó recientemente que no presentaría cargos contra el policía por violación de los derechos civiles.

La familia de Garner recibió 5,9 millones de dólares en 2015 para resolver la reclamación de muerte injusta.

La fiscal general de Nueva York, Letitia James, indicó que después de cinco años "se ha hecho justicia", mientras que la unión que representa a los policías ha manifestado su rechazo a la decisión.