La localidad de Torrecaballeros (Segovia) se volcó este martes en el funeral y posterior entierro de Olivia, la niña de seis años por cuyo fallecimiento en Gijón está detenida su madre. La noticia causado una honda conmoción tanto en este municipio de 1.400 habitantes como en Segovia en general.

El funeral tuvo lugar a las 16:30 horas en la iglesia San Nicolás de Bari, que se encontraba abarrotada de vecinos de la localidad, mientras que muchos otros tuvieron que quedarse en la calle debido a la elevada asistencia.

El párroco Juan Agudo fue el encargado de oficiar la homilía, concelebrada por otros tres sacerdotes claretianos, y en ella dijo que el recuerdo de la pequeña, conocida cariñosamente como 'La pirata', pervivirá para siempre.

En los primeros bancos se situó el padre de la niña, Eugenio García Martínez, junto a los abuelos paternos, María del Carmen y Eugenio, la tía, Inma, así como otros familiares arropados por numerosos vecinos de la localidad donde Olivia solía pasar temporadas.

Todos ellos apoyaron también la concentración celebrada la mañana de ayer, donde dieron muestras de cariño a los familiares de la pequeña, además de una palpable consternación por el suceso.

Tras el funeral, familiares y acompañantes siguieron al vehículo fúnebre y realizaron el recorrido a pie hasta el cementerio, unos dos kilómetros, y allí se rezó un responso y se dio sepultura a los restos mortales de la niña. Sobre el féretro se colocaron muñecos de peluche y otros objetos personales de Olivia.