La Guardia Civil ha detenido a cuatro ciudadanos españoles que interactuaban entre ellos para traficar con armas que llegaban a organizaciones criminales ligadas con el narcotráfico y los delitos contra la propiedad, descartándose hasta el momento vínculos con el terrorismo.

Se han intervenido 322 armas, entre ellas doce de guerra. El Instituto Armado ha informado este miércoles de la 'operación Golalde', una de las mayores contra el tráfico de armas, en la que se ha incautado de más de 322 armas y 50.000 cartuchos ilegales en Madrid, Asturias y Cantabria.

Entre las intervenidas se encuentran fusiles de asalto AK-47, subfusiles, pistolas ametralladoras y más de 250 armas cortas plenamente funcionales, entre las que destacan un bolígrafo-pistola y un bastón-escopeta, en ambos casos artilugios prohibidos.

La operación se inició a comienzos de 2018 al detectar la Guardia Civil que un vecino de Gijón, con antecedentes por consumo de heroína y con falsa apariencia de ser coleccionista, quería vender un arma por internet a un elevado precio. Esto derivó en la detención y hallazgo de un taller clandestino en Torrelavega (Cantabria) y otro en un trastero de Gijón.

Se han ejecutado once registros en domicilios y locales en una investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Gijón, que ha decretado el ingreso prisión de tres de los cuatro arrestados. Se les imputa los delitos de tráfico de armas, depósito de armas de guerra y depósito de municiones.