Tristen, de cinco años, Caison, de tres años y Carter, de siete meses, son tres hermanos estadounidenses que tienen el mismo cáncer, según ha publicado la 'CNN'.

Estos tres hermanos luchan contra el mismo tipo de cáncer infantil: retinoblastoma. Se trata de un cáncer ocular poco común que se desarrolla en la retina y afecta en mayor parte a niños pequeños.

Angie, la madre de los pequeños, también fue diagnosticada de este cáncer cuando era niña y con seis años perdió un ojo, por lo que al quedarse embarazada de su primer hijo, los médicos le advirtieron de que había un 50% de probabilidades de que la enfermedad fuera hereditaria.

Sin embargo, jamás pensó que sus tres hijos tuvieran que luchar contra la misma enfermedad. "Fue un shock y a veces es difícil de llevar, pero son una bendición", ha contado Angie a 'HLN'.

Todo empezó hace cinco años, cuando el hijo primogénito, Tristen, fue diagnosticado de esta enfermedad a las cuatro semanas de nacer. Dos años más tarde, nació Caison, también con retinoblastoma.

Sin embargo, la pesadilla no había terminado para estos padres con dos hijos enfermos de cáncer. Hace seis meses, Carter nació libre de cáncer, pero le han diagnosticado dos tumores en sus ojos, por lo que está siendo sometido a un agresivo tratamiento de quimioterapia al igual que lo hicieron sus otros dos hermanos.

Además de quimioterapia, los tres niños han tenido que someterse a tratamientos con láser, resonancias magnéticas, evaluaciones bajo anestesia e innumerables visitas al Children's Hospital de Atlanta.

Debido al desmesurado coste que supone los tratamientos para sus hijos, los padres han tenido que vender la vivienda familiar y poder así pagar las facturas médicas. Además, han lanzado una campaña a través de la plataforma de 'GoFundMe' donde ya llevan más de 68.000 euros recaudados, que irán destinados para pagar los tratamientos de los tres niños.

Aunque Carter acaba de empezar con el tratamiento, su madre ha contado a la 'CNN' que Tristen y Caison "no han tenido nuevos tumores en mucho tiempo", aunque "todavía se someten a chequeos y los médicos los vigilan de cerca".

La madre ha asegurado que esta enfermedad "ha hecho más fuertes" a sus hijos. Además, Tristen. el hijo mayor (de cinco años) sueña con convertirse en médico para poder investigar este tipo de cáncer cuando sea mayor. "Es algo de lo que pueden hablar con otras personas y aconsejar a otros niños con cáncer para darles fuerza", ha expresado Angie.