Los análisis de las muestras recogidas de esta sangre han revelado que contiene gusanos intestinales vivos y el retrovirus Piscine (PRV), un virus que, según los expertos, es habitual encontrar en el salmón de piscifactoría y que en algunos casos ocasiona la inflamación del corazón y del músculo esquelético (HSMI), una patología bastante mortal entre esta especie.

El HSMI, según han explicado los expertos en el medio canadiense 'CTV News', no es peligroso para la salud en los humanos, pero sí supone un gran peligro para el salmón cultivado ya que merma en un 20% su población.

Por el momento se desconoce qué efecto ha causado este flujo sanquíneo vertido al canal, pero los científicos creen que podría propagarse fácilmente el PRV entre la población de salmón salvaje. Desde la procesadora en cuestión afirman que poseen 'un permiso' para emitir esos vertidos.