Katelyn McClure, y su novio, Mark D'Amico iniciaron una campaña de 'GoFundMe', una página de Internet dedicada a recaudar fondos para causas nobles, en noviembre de 2017 para Johnny Bobbitt, un veterano del cuerpo de marines.

La mujer compartió la historia de cómo supuestamente Johnny Bobbitt le había ofrecido sus últimos 20 dólares(unos 23 euros) para poder echar gasolina. Según contó, el indigente la encontró detenida en su vehículo tras haberse quedado sin combustible, por lo que se acercó a ella y tras escucharla, le pidió que se quedase en el vehículo. Poco tiempo después, Johnny Bobbitt regresó con una garrafa de gasolina.

Imagen que la mujer subió con el indigente para recaudar fondos

Con esta conmovedora historia, iniciaron la recaudación de fondos 'Paying it Forward' para ayudarle, con la que consiguieron más de 350.000 dólares de más de 14.000 donantes en todo el mundo.

Sin embargo, fiscales de Nueva Jersey han descubierto que se trata de una estafa. En este sentido, el fiscal Scott Coffina afirmó en una conferencia de prensa que "toda la campaña se basó en una mentira". "Podía parecer demasiado bueno para ser verdad y lamentablemente lo fue", añadió.

De acuerdo a un comunicado de prensa de la oficina del fiscal, los tres implicados se reunieron un mes antes del lanzamiento de la recaudación de fondos en un casino que frecuentaban y conspiraron para recaudar fondos con una historia inventada que sabían que podía atraer las donaciones de personas.

A través de la campaña, consiguieron recaudar más de 350.000 euros. La pareja gastó rápidamente el dinero conseguido en bolsos caros, joyas y un lujoso viaje de fin de año en Las Vegas, según informa 'CBS News'.

Asimismo, la información de los cajeros automáticos muestra que la pareja sacó más de 85.000 dólares (97.000 euros) en las inmediaciones de los casinos en Atlantic City, Bensalem, Filadelfia y Las Vegas. Para marzo de 2018, de los más de 350.000 euros recaudados, tan solo quedaban 10.000 dólares.

Johnny Bobbitt demandó a la pareja el pasado mes de septiembre, alegando que McClue y D'Amico habían administrado mal los fondos para financiar su extravagante estilo de vida. Fue entonces cuando un juez del condado de Burlington ordenó una investigación para averiguar de dónde había salido el dinero y llamase a declarar bajo juramento a los implicados.

Cada parte dio diferentes versiones en cuanto a lo que pasó con el dinero. Por su parte, el abogado de Bobbitt dijo que solo le habían dado 75.000 dólares, mientras que la pareja insistió en que le habían dado 230.000 euros.

Los tres están acusados de robo con engaño y conspiración y podrían enfrentarse a hasta diez años de cárcel.