La exnovia del descuartizador de Valdemoro o, como él se hacía llamar, el "carnicero tatuador", fue quien denunció ante la Guardia Civil que su expareja había asesinado y descuartizado a una joven de 18 años en su casa de la localidad madrileña.

Ella se presentó en el cuartel con unas fotografías que pudo realizar al cadáver ensangrentado y envuelto en humo de la barbacoa de la casa para probar los hechos y, además, explicó lo que le dijo el asesino, Leandro, durante el trayecto que hicieron en coche para ir a comprar productos de limpieza, palas y bolsas de plástico.

"La maté porque me lo puso a huevo", le aseguró a su expareja, según ha revelado 'Espejo Público'. "Le hice un 'mataleón', cuando quedó inconsciente le metí la rodilla en la boca y la estrangulé con un cable. Y para asegurarme, le clavé un puñal en el corazón”, relataba la mujer en palabras del descuartizador.

Según la declaración de la joven, que también ha sido enviada a prisión provisional, ella estaba amedrentada por él y en un momento de despiste de Leandro hizo fotos para acudir a la comisaria.

Allí reconoció que ella misma había ayudado al asesino a descuartizar el cadáver porque el propio asesino se lo había exigido y, presa del shock y bloqueada por el pánico, accedió. Ella pensaba que si no lo hacía correría la misma suerte que la víctima.

Tras la alerta, los agentes de la Guardia Civil se dirigieron hacia la casa del detenido pero se lo encontraron en la calle trasportando los trozos descuartizados del cadáver, entre ellos el cráneo de la joven. Él, estaba cubierto de sangre.

Los agentes se encontraron en la casa de Leandro un reguero de sangre: había manchas por todas las plantas del domicilio y también restos del cadáver esparcidos. En la cocina se encontraron miembros humanos despedazados y guisados.

Su casa era un auténtico 'museo de los horrores'

El descuartizador de Valdemoro, o como él se hacía llamar "el carnicero tatuador", escondía una auténtica casa de los horrores dentro de la casa donde vivía de okupa en esa localidad madrileña.

Leandro es un amante del gimnasio, de los tatuajes y de los escenarios macabros y es que en sus fotografías se muestra posando entre lápidas y panteones. También tiene antecedentes por apuñalar a un joven antifascista en 2014 está vinculado a grupos neonazis.

Sus gustos dibujan a una persona amante de la violencia, de lo gore, del sadomasoquismo y de las películas de terror. En sus redes sociales muestra estanterías repletas de armas (presumiblemente réplicas) y también su afición por realizar prácticas de tiro.

En su casa también muestra paredes llenas de objetos terroríficos como máscaras de gas, guantes con cuchillas, bates de béisbol, caretas de Hannibal Lecter y posters de películas terroríficas como 'Gore en las Calles'.

Además de todo esto, el "carnicero tatuador" también mostraba su gran pasión por las calaveras, con numerosos cráneos por toda su casa. "Ya tengo repuesto para cuando pierda la cabeza", comentaba en una foto done mostraba un cráneo cortado por la mitad y pintado como si estuviera ensangrentado.