Jorge Ignacio, descuartizador confeso de Marta Calvo, llamó a tres números de una web de contactos nada más morir la joven. Así lo ha asegurado Levante-EMV.

Según consta en un informe en las diligencias previas del caso, al que se refiere este medio, el presunto asesino de Marta Calvo realizó las llamadas para intentar tener nuevas citas sexuales. Sin embargo, no lo consiguió.

Después de casi un mes de búsqueda, Jorge Ignacio acabó entregándose a las autoridades autoinculpándose por la desaparición de Marta Calvo. Confesó que descuartizó a la joven y que tiró su cuerpo a varios contenedores.

"Soy Jorge, la persona que estáis buscando. Yo me he deshecho del cadáver de Marta Calvo", dijo al entregarse de la madrugada en el cuartel de Carcaixent.

El descuartizador confeso, de 38 años, tiene en su poder un amplio historial delictivo, de hecho estaba en libertad provisional cuando se citó con la joven. Había entrado en la cárcel en octubre de 2017 por un delito vinculado con el tráfico de drogas.

Jorge Ignacio declaró que Marta Calvo murió durante una práctica sexual en la que consumieron cocaína. De hecho, la Policía investiga la implicación del descuartizador confeso en la muerte de hasta tres mujeres que habrían fallecido, aparentemente accidentalmente, tras practicar sexo con consumo de cocaína.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana anunció que la investigación a Jorge Ignacio se ha ampliado a otras Comunidades Autónomas para comprobar "si este modus operandi de los hechos tiene similitud con casos acaecidos en otras circunscripciones".

Una mujer que logró escapar de Jorge Ignacio ha asegurado que él le quiso introducir cocaína en la vagina, pero ella se negó. En ese momento le dio una bebida que la dejó inconsciente y al despertar tuvo que extraerse dos rocas de cocaína de los genitales.

"Jorge me dio una bebida que creí que era un combinado y perdí el conocimiento de manera inmediata", ha recordado.

Mientras, los investigadores siguen buscando el cadáver de Marta Calvo y creen podría estar enterrado en basura sepultada con arcilla de hace un mes en el vertedero de Dos Aguas, Valencia.

Cuando desentierren los residuos correspondientes a los días posteriores a la fecha de desaparición de la joven (7 de noviembre), los agentes buscarán algún resto humano con la ayuda de un perro preparado para este tipo de tareas.