La Guardia Urbana ha desalojado la madrugada de este sábado a 7.180 personas que formaban aglomeraciones en Barcelona sin respetar las medidas para hacer frente al coronavirus.
El operativo ha permitido desalojar a las personas sin registrar incidentes en varios puntos concurridos de la ciudad como playas, plazas, paseos y parques. La locura se repetía en diversas partes del centro. Barcelona se convirtió en un macrobotellón en el que diversos jóvenes afirmaban celebrar fiestas y justificaban no llevar la mascarilla con bulos.
Este es el segundo fin de semana sin toque de queda en Cataluña tras la finalización del estado de alarma; la primera noche, el 9 de mayo, en la capital catalana se desalojaron a 6.500 personas de 31 espacios de la ciudad.
En las primeras horas del fin del estado de alarma la irresponsabilidad también se extendió a otras ciudades, como Madrid, donde se registraron 670 denuncias por botellón y 20 por incumpliminetos de horarios o aforos en locales. Sin embargo, y a pesar de ser San Isidro, la madrugada de este sábado han podido ver los principales puntos de la ciudad vacíos.
En Sevilla, el pasado fin de semana148 patrullas tuvieron que hacer presencia en las calles, mientras que en Salamanca, era tal la cantidad de gente reunida, que la Policía simplemente se limitó a retirar bolsas de alcohol sin identificar a los que las llevaban. Ahora, en ambas ciudades solo se han registrado botellones puntuales.
Una semana después las imágenes de la irresponsabilidad no se han repetido de manera generalizada, pero sí en la Ciudad Condal, que ha sido la protagonista en el primer fin de semana completo sin estado de alarma.