En las tumbas de un cementerio de Barbate no aparece ningún
nombre, tan sólo se puede leer la palabra 'desconocido' o una simple 'D'. Allí descansan
alrededor de una treintena de personas que murieron en el Mediterráneo al
intentar llegar a nuestras costas. "No estamos preparados para todo este tipo
de desgracias que cada vez son mayores", señala Miguel Molina, alcalde de la
localidad.
El Ayuntamiento del municipio gaditano ya ha destina
fondos para ayudar a dar sepultura a los
cuerpos de los migrantes que llegan sin vida. En lo que llevamos de año ya han
muerto 29 personas que intentaban llegar a España.
Hay veces que no se tienen datos de los fallecidos en el
Mediterráneo, ni siquiera logran identificarlos. No se sabe si tienen familia o
amigos y las instituciones tienen que actuar. "Evidentemente esta petición de
puesta a disposición del cadáver por una persona que se sienta legitimada tiene
que pasar por decisión del juez que estime esa posibilidad de poner a disposición
por ejemplo de una ONG o un ayuntamiento", señala Agustín Muñoz, subdelegado
del Gobierno de Cádiz.
En el cementerio de Barbate también descansa el cuerpo del pequeño Samuel. Fue enterrado este viernes y en su caso una placa nos muestra su nombre pero en otros, las tumbas no tienen identidad.