Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha anunciado mediante un comunicado que la calidad del aire del metro de Barcelona no contiene amianto según los análisis realizados.

Los análisis se han realizado con muestras recogidas en estaciones, túneles y trenes, dentro de la campaña consensuada entre TMB y el grupo de expertos creado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). Además, han sido realizados por la consultoría especializada ACM 2020, cuyos resultados se trasladarán próximamente al grupo de expertos.

A la espera de la valoración definitiva por parte de los expertos, que se prevé para septiembre, TMB ha defendido que los resultados "apuntan a que las condiciones ambientales de la red de Metro de Barcelona, que se han analizado, son seguras" para los usuarios y el personal de la empresa.

Las muestras se han tomado en cinco puntos diferentes de las estaciones de Cataluyna y Torrassa de la L1 y Passeig de Gràcia y Liceu de la L3, seleccionadas por su uso y por tener condiciones ambientales más desfavorables, y se han analizado con microscopio electrónico de transmisión, con el que no se ha hallado ninguna fibra de amianto.

Sin embargo, dada la acumulación de polvo en dos de los cinco muestreos realizados en la estación de Catalunya de la L1, la consultoría que ha hecho los análisis recomienda repetirlos en los cinco puntos de esta parada.

También se han tomado muestras de materiales sólidos, que se han recogido en filtros de aire del sistema de ventilación de trenes, el polvo de los túneles y la grava de las vías, llamada balasto, sumando 69 muestras, que han confirmado la ausencia de fibras de amianto.

El objetivo de esta campaña era complementar y ratificar los resultados obtenidos por análisis de TMB con microscopia óptica, la que marca la normativa, pero menos potente que la electrónica utilizada ahora, que anteriormente ya había evaluado 485 muestras, siempre "por debajo de los valores de detección referente a la contaminación por amianto".