La Guardia Civil se ha marcado como prioridad la búsqueda del móvil de Laura Luelmo horas después de hallar el cuerpo de la profesora de 26 años.
La investigación policial se centra en dos objetivos: encontrar su móvil para reconstruir las circunstancias que rodean a su muerte violenta y, además, investigar al entorno de la joven, principalmente a vecinos considerados de interés para la investigación.
Fuentes de la investigación explican que un vecino de El Campillo reconocido como L.M. está descartado como sospechoso porque el 12 de diciembre, día de la desaparición de Laura Luelmo, se encontraba interno en la prisión de Ocaña, en Toledo.
Información que ha sido confirmada por fuentes penitenciarias, que precisan que L.M. salió del centro con un permiso, pero fue ayer lunes.
Este vecino, con un historial de violencia hacia las mujeres, tiene un hermano gemelo que también cumplió varias condenas por asesinato y robos. Este segundo sí se encontraba en libertad cuando desapareció Laura Luelmo.
Para la reconstrucción de las últimas horas con vida de Laura, los investigadores creen de vital importancia hallar el teléfono móvil. Un repetidor recogió el miércoles 12 en torno a las 20.00 horas la última señal a nueve kilómetros de su casa de alquiler, en dirección contraria a donde se ha encontrado su cadáver.