Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal, con siete integrantes, acusada de haber estafado más de medio millón de euros en más de 41 hechos delictivos en Cataluña, utilizando documentos de identidad de 11 víctimas.

En concreto, los Mossos han detenido a cuatro personas y han denunciado a tres más como presuntos autores de los delitos de estafa continuada agravada, falsedad documental, usurpación de estado civil y pertenencia a una red criminal, mediante la adquisición de vehículos, con la correspondiente gestión y atribución fraudulenta de créditos al consumo.

Según han explicado los Mossos en un comunicado, los detenidos, con edades comprendidas entre los 33 y los 49 años y de nacionalidad española, a principios de 2017 llevaron a cabo más de 40 hechos delictivos que les permitieron conseguir más de 350.000 euros e intentaron obtener otros 150.000.

Los Mossos iniciaron la investigación en mayo de 2018 a raíz de un conjunto de denuncias, y las primeras indagaciones desde Cervera (Lleida), Granollers y Sant Boi de Llobregat (Barcelona) pusieron de relieve una estafa que consistía en que un tercero había utilizado su identidad para comprar un vehículo o solicitar un préstamo.

En muchos casos, los legítimos titulares de las identidades usurpadas residían en Cataluña y todos habían adquirido o habían hecho gestiones para comprar un vehículo en un concesionario de la comarca de Anoia.

La organización se dedicaba a suplantar la identidad de las víctimas tras obtener su DNI, a continuación solicitaba préstamos para adquirir vehículos nuevos, abriendo para ello cuentas bancarias a nombre de las víctimas con la falsificación de sus nóminas y facturas de suministros, tras haber obtenido fraudulentamente informes de vida laboral y datos fiscales.

También se detectó que el líder del grupo criminal había contratado tarjetas de crédito a nombre de las víctimas, con el fin de utilizarlas en establecimientos comerciales o para sacar dinero de cajeros automáticos. Para 'blanquear' los vehículos adquiridos usurpando la identidad de las víctimas, un intermediario se encargaba de comprarlos para luego revenderlos a terceras personas, la mayoría en Francia, salvo en dos casos que fueron vendidos a residentes en Cataluña.

El 1 de febrero se estableció un operativo para arrestar a los integrantes de la banda y realizar las entradas y registros en dos domicilios, en Sant Pere de Ribes (Barcelona) y Calafell (Tarragona), además de la detención en La Jonquera (Girona) del intermediario utilizado para la transmisión de los vehículos.

A raíz de la documentación encontrada han aparecido nuevas víctimas que, según los Mossos, elevarán las cifras del fraude. Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Cervera (Lleida), que decretó el ingreso en prisión de dos de ellos y la libertad con cargos, bajo fianza, para el resto.