La Policía Nacional ha desmantelado dos organizaciones criminales que se dedicaban a la venta y la distribución ilegal de medicamentos en varias provincias españolas. En el marco de dos investigaciones paralelas han arrestado a 33 personas y han intervenido más de 70.000 comprimidos de medicamentos contra la disfunción eréctil, diversas sustancias estupefacientes, artículos informáticos y numerosas joyas.

Una de las bandas criminales ha sido descubierta en Marbella (Málaga). Estaba formada por ciudadanos septuagenarios de origen británico y estadounidense con antecedentes policiales por hechos similares. Disponían de páginas web que funcionaban como farmacias virtuales y se encontraban alojadas en servidores offshore ajenos a la jurisdicción europea y estadounidense.

La investigación ha evidenciado que esta organización efectuaba envíos de medicamentos desde 2012, habiendo incrementado paulatinamente el volumen de los mismos con el paso de los años. La distribución comenzó mediante el uso de datos de una empresa ficticia, si bien en los últimos meses se realizaba desde el domicilio de uno de los miembros de la organización, ubicado en una finca aislada en la provincia de Málaga.

Los pedidos los distribuían a través de empresas de paquetería y los clientes efectuaban el pago contra reembolso, por distintas pasarelas de pago, o incluso mediante transferencia bancaria indicando, en este caso, conceptos que nada tenían que ver con el contenido de los paquetes. Posteriormente, los beneficios obtenidos se transferían a cuentas extranjeras, lo cual dificultaba su trazabilidad y localización.

Finalmente, los agentes identificaron a sus miembros gracias al rastreo tecnológico de los mismos. Asimismo, constataron que esta organización funcionaba a modo de "proveedor de distribuidores", puesto que tenían clientes por todo el territorio nacional cuyo volumen de compras y circunstancias evidenciaban que no se trataba de compradores finales.

Otra organización desmantelada en Alicante, Murcia y Madrid

La otra organización criminal estaba asentada en Murcia, Alicante y Madrid y disponía de una infraestructura dedicada a la dedicada a la importación, almacenamiento, venta ilícita y distribución de medicamentos ilegales para el tratamiento de la disfunción eréctil. Para ello, empleaba distintas empresas de paquetería que se encontraban en connivencia con la organización.

La investigación acreditó que se trataba de una organización perfectamente estructurada, formada por ciudadanos de distintos países, tales como España, India, Venezuela, Colombia, Reino Unido o China entre otros.

Por un lado, los medicamentos tendrían su origen en la India, lugar desde donde eran importados por el líder de la organización. Después eran introducidos en España y otro importante miembro del entramado gestionaba con los repartidores la entrega de los mismos. A continuación, entregaban los envíos a otra persona de la organización para su almacenaje y custodia en un garaje ubicado en la provincia de Murcia y este remitía los pedidos de los clientes.

Los pedidos se gestionaban a través de tres páginas web administradas por un informático asentado en la localidad de Alfaz del Pi (Alicante) y eran abonados por los compradores finales en la modalidad contra reembolso. Para blanquear los beneficios obtenidos, la organización utilizaba diversos métodos entre los que destaca la compra de moneda virtual.