Según explica la Policía en un comunicado, la organización de clonadores estaba liderada por un individuo que ya había sido condenado por colaborar de forma activa en la obtención de dinero mediante el uso fraudulento y la clonación de tarjetas bancarias para la financiación de los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York en 2001.

El grupo logró estafar medio millón de euros, aunque intentó defraudar cinco millones en cajeros automáticos y establecimientos con las tarjetas fraudulentas que creaban a partir de datos de medio de pago reales adquiridos mediante 'skimming' (clonación) o 'carding' (uso ilícito de la tarjeta de otra persona) en la 'darknet' (la red oscura).