Las autoridades han desalojado un edificio inacabado en el núcleo de Costa del Silencio, en el municipio de Arona (Tenerife), en el que vivían 90 familias y un total de 210 personas, entre ellas quince menores, embarazadas y personas mayores.
Ahora, 40 personas se han visto obligadas a vivir en un campamento improvisado cerca de la vivienda, recalcando que es la única opción que les queda tras ser desalojados del edificio que habían okupado y que llevaba vacío medio siglo. Un desalojo que se ha producido debido al riesgo de derrumbe que había.
María Judith es una de las personas que se han visto afectadas por este desalojo. En el vídeo principal de la noticia muestra cómo prepara en la calle la comida a sus nietos, con los que vivía en una de las casas.
"Si uno trabajase y tuviese donde ir, no iba a estar aquí", ha señalado. Junto a la cocina, tiene sus nuevas camas. María Judith explica que una de ellas la utilizan para prestársela a alguien que, como ellos, no tenga otro sitio en el que quedarse.
En las mismas condiciones viven otras 40 personas de las más de 200 que se han quedado sin vivienda por la debilidad en la estructura de los bloques, que había sido detectada hace tiempo.
Sin embargo, hasta el mes pasado no supieron que los echaban. "Nos enteramos por un papel pero venía sin sello", confiesa Juan José López, otra de las personas desalojadas.
Con salarios bajos y alquilares altos, reclaman, con urgencia, un lugar donde vivir y un proceso judicial limpio.
El Ayuntamiento de Arona sostiene que se ha encargado de buscar una alternativa habitacional, o constatar que la tenían, a las familias con menores a cargo La mayoría de los desalojados, aseguran estos vecinos, se han instalado con amigos, o familiares, pero ellos no saben cuánto tiempo tendrán que seguir en la calle.
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