Tras discutir con un vecino decidió rociar su puerta con gas pimienta. El resultado fue que todo el edificio acabó contaminado, provocando que 30 personas tuviesen que ser desalojadas por fuertes picores en la garganta y los ojos.

Este hecho ha tenido lugar en Oleiros, A Coruña. Al parecer, todo comenzó porque un vecino, harto de que otro se quejase de sus perros, decidió echar gas pimienta.

Una de las personas que viven en este edificio reconoce que se dio cuenta porque sus gatos comenzaron a tener un comportamiento extraño. "Comenzaron a vomitar, toser y hacer cosas raras", reconoce.

Sin duda, una situación que para algunos podría haber sido más grave. Rosa Sánchez, secretaria de la comunidad de vecinos, desvela que "comenzó a hincharse como una pelota", y es que ha descubierto que es alérgica a uno de los componentes del gas pimienta. "Si es a las tres de la mañana igual, yo como soy alérgica, la palmo".

Por su parte, los bomberos tuvieron que estar dos horas y media ventilando el edificio antes de que los vecinos pudiesen volver a sus casas. Según ha podido saber laSexta, el vecino compró el gas fuera de España y la Guardia Civil lo ha denunciado por uso de arma ilícita y desórdenes públicos. En principio, se enfrenta a una multa.