Antonio Manuel López prefiere no pensar en lo que pueda pasar este lunes por la mañana. Tiene una demanda de desahucio y el juez ha ordenado el alzamiento para ese mismo día.

Su caso es desolador: tiene que pagar de hipoteca 680 euros al mes y gana 780. Si paga la hipoteca, asegura, se quedaría sin nada: sin luz, ni agua, ni gas. "No podría vivir", y por eso dejó de pagar.

Tras sufrir un accidente y que le detectasen un cáncer tuvo que dejar de trabajar y la pensión no le llega para todo. A laSexta explica que tiene derecho de que le asista el escudo social, "pero el problema es que al juez no le parece necesario". Y es que el juez ha denegado que sea una perfil vulnerable, por lo que sigue adelante con el desahucio.

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Usera su portavoz, Laura Barrio, afirma que "los juicios de desahucio son trituradoras de carne" ya que no están preparados para incluir un enfoque social o humano. "Están preparados para entender que hay una deuda y un bien hipotecado, y eso hay que saldarlo", asegura.

A pesar de las medidas aprobadas por el Gobierno para evitar las ejecuciones hipotecarias a quienes no tienen una alternativa, la decisión al final es del juez. "Estamos tropezando una y otra vez con la misma piedra. Lo que hace falta es que la Ley de Vivienda incluyera lo que ahora no incluye, una regulación del mercado del alquiler", señala la activista.

Antonio admite que no ha parado de moverse, que ha llamado a todas las puertas y ha intentado negociar hasta el último momento. Desde hace un tiempo no pega ojo, se levanta sobresaltado pensando que le echan de su casa porque, de momento, el desahucio no se ha paralizado y la comitiva judicial llamará a su puerta a las 10 de la mañana este lunes.