Un estudio realizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública basado en los datos obtenidos en diversos países y momentos demuestran que la pérdida de la vivienda habitual conlleva cambios negativos para la salud física y psicológica de las personas que la sufren, agravándose en las fases más avanzadas del proceso y asociado a su duración.
De esta manera, los desahucios se asocian a un aumento de la ansiedad, la depresión, el estrés y los problemas de calidad del sueño. Además, destaca que uno de los problemas de salud mental más graves asociado es el suicidio, con aumentos del riesgo de más de cuatro veces entre los afectados.
Pero los problemas no sólo son mentales, y es que Entre los problemas de salud física, las personas entrevistadas nombran problemas cardiovasculares, cerebrovasculares, dermatológicos, digestivos, así como agudización de las enfermedades crónicas.
Los encuestados para realizar el estudio no han dejado pasar la oportunidad para destacar el papel relevante de las plataformas ciudadanas, que ayudan en dar información, dan apoyo emocional y facilitan los procesos de negociación.