La Policía ha irrumpido a golpes en el domicilio de Wilson y Cecilia, en el barrio madrileño de Vallecas. Dentro, esperan con su bebé a ser desahuciados. “Estamos muy asustados, por el bebe sobre todo, que es muy pequeño”, asegura Cecilia refiriéndose a su hijo Dylan de tan solo mes y medio.
El piso de alquiler social fue vendido a un fondo buitre
Para intentar frenar el desahucio, la familia coloca la nevera y algunos muebles para tratar de impedir el acceso de los agentes de la Policía, pero no lo consiguen. Ha sido un desalojo pacífico mientras salen, les esperan decenas de personas para apoyarles.
Después de años de lucha se quedan en la calle, una vida entera reducida, por obligación, a una furgoneta. “Lograron dejarnos en la calle, lo han conseguido. Nosotros solo queremos un alquiler social que podamos pagar”, reclama la familia desahuciada.