Los juzgados españoles recibieron el año pasado 166.620 denuncias por violencia machista, un 16,4% más que en 2016, y el número de mujeres víctimas de esta lacra subió un 17,7% hasta las 158.217, las cifras más altas desde que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) las contabiliza.
Un año, 2017, en el que el órgano de gobierno de los jueces destaca el incremento de los menores enjuiciados por violencia de género (que pasó de los 179 en 2016 a los 266, lo que supuso un aumento de casi el 50%). En 249 de los casos se impusieron medidas de protección.
El Observatorio del CGPJ también subraya el descenso de dos puntos de la dispensa de las mujeres de la obligación legal de declarar, que pasó del 12% en 2016 al 10% en 2017, cuando 16.464 mujeres optaron por no declarar contra su pareja o expareja.
En cuanto a la nacionalidad de las víctimas, el 69,6% eran españolas y el 30,4%, extranjeras. El pasado año, las condenas a maltratadores aumentaron un 1,2% hasta las 33.146, un 67,4% del total de sentencias dictadas, frente a 16.019 absoluciones. Casi siete de cada diez denuncias fueron presentadas por la propia víctima, el 15% por intervención directa de la policía y el 9% fue el resultado de partes de lesiones, mientras que las denuncias de familiares supusieron poco más del 2% del total. Las solicitudes de órdenes de protección fueron 44.106, casi 800 más que el año anterior.
En la mitad de los casos, la relación de pareja se mantenía en el momento de esta petición. En 2017, las medidas judiciales penales de protección ascendieron a 61.069: en un 66,2% de los casos se adoptaron órdenes de alejamiento; en un 63,9%, prohibición de comunicación; en un 6,8%, prohibición de volver al lugar; y en un 3,2% se decretó la privación de libertad.
La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, califica de "escenario positivo" el aumento de las denuncias porque evidencia las "conductas violentas contra las mujeres y los menores" y también de las condenas. Aunque denuncia que estas cifras son "inasumibles, impropias de una sociedad madura y civilizada", incide en que "en una materia tan sensible como la violencia de género, no hay impunidad alguna y el Estado de derecho funciona".
Carmona se muestra preocupada por que "persistan actitudes de violencia machista en nuestros jóvenes, que debieran ejemplificar mejor que cualquier otro segmento social los valores de igualdad, respeto y libertad".