Los Mossos d'Esquadra tienen todas las hipótesis abiertas en los 18 casos denunciados que investigan por pinchazos a jóvenes en discotecas de Barcelona y Lloret de Mar (Girona), uno de ellos una tentativa, ya que en ningún caso se vinculan posteriormente con una violación o un robo. El último de los casos se ha producido en Salou (Tarragona), según ha podido saber laSexta.

Todas estas denuncias han sido interpuestas por mujeres jóvenes, a excepción de un varón, ha informado el periodista de laSexta Leo Álvarez. Durante una intervención en el programa Más Vale Tarde Álvarez ha explicado que las víctimas no han sufrido agresiones sexuales ni robos.

Los agentes investigan quién puede estar detrás de unos hechos que han tenido lugar durante la última semana y siempre en lugares de ocio nocturno. "Tampoco saben con qué objetivo se han producido -los pinchazos-, ni tienen constancia hasta hoy de que se les haya inoculado ninguna sustancia química, por lo que no puede hablarse de sumisión química", ha precisado Álvarez.

Entre el pasado 10 de julio y este viernes los Mossos han recibido 18 denuncias por este tipo de pinchazos, doce de ellas en Lloret de Mar (Girona), cinco en Barcelona y una última en Salou (Tarragona). Es una nueva práctica con antecedentes en Francia y que siempre se detecta en discotecas de poblaciones con turismo de ocio nocturno.

En una entrevista a la emisora Rac-1 recogida por la Agencia EFE, la portavoz de los Mossos, Montserrat Escudé, ha insistido en que ninguna de las denuncias -una de ellas es por una tentativa de pinchazo- se puede relacionar con tocamientos, abusos o agresiones sexuales posteriores o con robos o hurtos, ya que las víctimas solo refieren que han sufrido un pinchazo.

De las 18 víctimas, 17 son chicas y uno es un chico, según han detallado a Efe las fuentes consultadas. Escudé ha remarcado que los Mossos analizan este nuevo "fenómeno" de forma intensa, ya que son conscientes de que crea "alarma social" y "angustia" en el ocio nocturno tras la fatiga pandémica, y que tienen todas las líneas de investigación abiertas para tratar de descubrir el "objetivo" de los pinchazos.

Desde el punto de vista penal, ha advertido Escudé, este tipo de pinchazos tienen "poca repercusión", si bien ha admitido que generan "inquietud y alarma". "Por suerte, no tenemos nada después del pinchazo", ha remarcado la portavoz de los Mossos, que ha insistido en que no hay constancia en ningún caso de violaciones o robos posteriores.

Además, ha detallado que los investigadores están tomando declaración a testigos y revisando las cámaras de seguridad para intentar identificar al autor o autores de estos pinchazos.

Sin presencia de sustancias estupefacientes

Ha agregado que en algunos de los casos en los que ya se saben los resultados de las analíticas a las víctimas no se ha detectado la presencia de ninguna sustancia estupefaciente, si bien se está a la espera de los resultados definitivos para poder ir analizando la información.

Con independencia de que las víctimas quieran acabar denunciando o no, Escudé ha insistido en la necesidad de que acudan a un centro médico para ser sometidas a una revisión y que se les recojan muestras, ya que ayudarán en la investigación si finalmente acuden a comisaría, lo que también permitirá tener un mapa más ajustado de este fenómeno.

La portavoz de los Mossos ha alertado de que se trata de una investigación "compleja", que requiere de tiempo, y ha recordado que en Francia se vivió un proceso parecido. Preguntada por si los autores podrían ser turistas que vienen a veranear en poblaciones de ocio nocturno catalanas, Escudé ha indicado que no lo pueden confirmar, más allá de que sería una hipótesis, como otras con las que trabajan los investigadores.

Más medidas de seguridad en discotecas

Con el aumento de pinchazos en locales de ocio nocturno, la patronal FECASARM ha anunciado este viernes que las discotecas en las que se han registrado denuncias de pinchazos ya están implementando mayores medidas de seguridad, de acuerdo con estándares internacionales, para reducir el número de casos.

Esas medidas pasan por implantar protocolos para evitar agresiones sexuales, colocar carteles informativos en barras y lavabos, disponer de más cámaras de videovigilancia, hacer cacheos en la entrada de los locales y formar a todo el personal en materia de seguridad, entre otras acciones.

Los locales de ocio nocturno afectados han contactado con la Asociación Internacional de Ocio Nocturno para incorporar las medidas de seguridad que aplica esa organización y que van más allá de las que exigen las normativas oficiales. Asimismo, la patronal FECASARM ha matizado que, si bien el aumento de pinchazos es preocupante, ninguno de los casos ha derivado en la posterior comisión de un delito contra la libertad sexual ni el patrimonio de las personas víctimas.

La patronal ha destacado que, según la información que han obtenido a través de los Mossos d'Esquadra, España no es una excepción en la expansión de los intentos de sumisión química con pinchazos, sino que en Francia también han crecido esos casos con la reapertura del ocio nocturno tras el parón del COVID-19.

Los Mossos están pues a la espera de determinar si estos pinchazos, de los que por ahora no consta ninguna violación posterior, son el embrión de un nuevo modelo de sumisión química. De hecho, según los últimos datos policiales, entre el 1 de enero de 2021 y el 12 de junio de 2022 se recogieron 288 casos relacionados de manera directa con este tipo de violencias sexuales aprovechando el aturdimiento de la víctima con alcohol o drogas.