La madre de un niño de Tennessee, en Estados Unidos, ha denunciado la indignante actuación del colegio de su hijo ante la denuncia por un posible caso de violaciones repetidas al menor.

Uno de los hechos que relata la madre ocurrió durante una fiesta después de un partido de fútbol americano. Los agresores introdujeron al niño en un vestuario, donde le obligaron a realizar tocamientos y una violación, además de meterle una botella de plástico por el ano.

La madre del menor denunció los hechos en la escuela privada pero el director de la academia, Curtis G. Masters, instó a ambos a "poner la otra mejilla". "Todo en el reino de Dios sucede por una razón", les dijo a la víctima y a su madre, según denuncia ésta al diario local Tennessean.

La mujer acusó al colegio de no hacer nada y pide 30 millones de dólares ya que, según la ley del Estado, los maestros están obligados a denunciar cualquier abuso o negligencia infantil. Las agresiones sexuales, según la demanda, "infligieron ansiedad, estrés, depresión, daño emocional, trastorno de estrés postraumático, daño físico" y otros al niño de 12 años.