Sólo una palabra necesitan los populares para calificar la polémica de los titiriteros: "Inadmisible". El partido de Esperanza Aguirre no entiende que el ya exdirector creativo haya sido el único en cargar con la culpa y por eso han denunciado a la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid por delitos muy graves: "Apología del terrorismo y desprotección de los menores", dice Iñigo Henríquez de Luna, portavoz adjunto del PP en Madrid.

La oposición critica el incidente y para el PSOE lo primero es pedir perdón y luego buscar responsables: "No vamos a pedir la cabeza como hacen otros partidos", asegura Mar Espinar, portavoz adjunta del PSOE Madrid.

Más críticos desde Ciudadanos que dicen no van a consentir ni una más: "Se están utilizando los fondos públicos para propaganda etarra" dice Begoña Villacís.

Todo empezó cuando una compañía de títeres de Granada representaba su obra "La bruja y don Cristóbal" frente a unos 30 niños. Una monja muerta, un juez ahorcado y una pancarta provocaron la controversia pero el sindicato CNT, al que pertenecen algunos de los miembros de 'Títeres desde Abajo', insisten que el significado de todo esto, ha sido totalmente descontextualizado: "Un montaje policial para acusarla ante la Ley,, colocando una pancarta de 'Gora Alka-ETA' sobe su cuerpo que intenta mantener en pie para realizar la foto, como prueba".

Un carnaval, el de Tetuán, manchado por las discrepancias políticas porque mientras de un lado se critica la decisión judicial de enviar a los titiriteros a prisión, el Gobierno en funciones condena el apoyo que están recibiendo los detenidos. Un carnaval diferente el de Madrid, que de momento ha empezado con dos titiriteros en prisión provisional sin fianza e incomunicados.