La abuela de los niños asesinados en Godella alertó a la Policía y a las autoridades del peligro que corrían los menores. El pasado miércoles 13 de marzo, y preocupada por la gravedad de la situación, la mujer acudió al juzgado de guardia de Valencia, según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

La mujer denunció que desde hacía tres semanas su hija y su yerno se encontraban en un "estado psicológico alterado" y trasladó al magistrado sus temores sobre los niños. laSexta ha tenido acceso a la denuncia que presentó la abuela.

En ella, relata que ha estado ayudando a su hija y su pareja en todo momento y alerta del mensaje que le envió su hija. "Gracias por todo. Creador, me voy contigo. Adiós mamá", decía el texto. Tras esto, la mujer se desplazó a la vivienda y avisó a la Policía de Godella temiendo por su hija y por sus nietos.

"Al llegar vio al niño de tres años desnudo y al borde de la piscina, completamente solo y sin ningún adulto cerca", recoge la denuncia. En ese momento, afirma que el padre de los menores salió enfadado y comenzó a increparle por haber llamado a los agentes. "Le dijo que dejara al niño y que no volviera a la casa ni a tener contacto con los niños".

El padre de los niños, además, acusó a la abuela de maltratar a los niños y de haber abusado sexualmente de ellos, según denunció la mujer. "Delante de ella inculcan al niño que abusan de él en el colegio y que le pegan", afirmó la abuela en la denuncia, y explicó que el pequeño había dejado de ir a clase desde hacía tres semanas.

Esa misma tarde, horas antes del crimen, el juzgado remitió la denuncia a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Burjassot-Godella "con objeto de que, a prevención, se tomen las medidas oportunas en relación con la situación de los menores".

La autopsia preliminar apunta que los niños habrían muerto por golpes en la cabeza. Tras varias horas de interrogatorio, con declaraciones confusas y palabras inconexas, la madre de los pequeños confesó la ubicación donde estaban enterrados, pero no admitió la autoría del crimen.