Alfred, Ransom y Andrew por fin han tenido justicia tras ser condenados por un crimen que jamás cometieron. A las puertas de la cárcel en la que han pasado 36 años injustamente, han podido darse los abrazos de la libertad que les reúnen con sus familias.
"Es la primera vez que puedo abrazar a mi hijo en veintitantos años. Es maravilloso", ha relatado Mary Steward, la madre de Andrew, uno de ellos.
Los tres hombres fueron acusados de asesinar a un adolescente en un instituto de Baltimore en 1983. La Fiscalía puso su mira únicamente en ellos y fueron condeandos a cadena perpetua. Entonces, aseguraban que los jóvenes trataron de robarle la chaqueta y, cuando el chico se resistió, le dispararon.
Pero a principios de este año se comenzó a revisar el caso porque, según ha explicado el fiscal del distrito, "hubo llamadas anónimas que identificaban al atacante": "Lo vieron huir de la escena y deshacerse del arma".
Se ha demostrado que la condena se basó en testimonios falsos y que se ocultaron las declaraciones de testigos y las pruebas que los exculpaban. Ahora lucharan por una compensación económica, aunque sea imposible calcular el daño y poner precio a la vida de unos hombres a quienes arrebataron la libertad.
42 años de prisión
El acusado de matar a su novia de 17 años embarazada en El Rubio (Sevilla) confiesa que la asesinó y descuartizó
En contexto En febrero de 2023, El Rubio, un pequeño pueblo de Sevilla, fue el escenario del primer asesinato machista de una menor de edad del año. La víctima se llamaba Elia, tenía 17 años, estaba embarazada y falleció después de recibir un disparo de escopeta en la cabeza. El autor confeso fue su novio, un joven de 22 años.