Trenes de la red ferroviaria de Cercanías Madrid están sufriendo demoras y retenciones este jueves debido a una incidencia en la infraestructura de Adif que ya se ha subsanado. Cabe resaltar que todos los trenes de la red se están viendo afectados por este problema.
La incidencia se ha subsanado y los trenes comienzan a reanudar la marcha progresivamente, según la última notificación. Sin embargo, "circulan con fuertes demoras acumuladas y pueden sufrir detenciones en algunos tramos", según Renfe.
Según Cercanías Madrid, el problema afectaba el Centro de Tráfico Centralizado de Adif en Madrid desde las 16.03 y ha señalado que todos los trenes estaban paralizados ya que Adif había "indicado que que todos los servicios de la red convencional en Madrid se detengan en estaciones a la espera de la resolución". Además, la empresa de transporte público también había pedido a los viajeros que optasen por otras alternativas de transporte público.
"Cercanías Madrid informa: Debido a una incidencia en la infraestructura de Adif, los trenes en toda la red están sufriendo demoras y largas retenciones", así lo habían comunicado en la cuenta de Twitter de la red de Cercanías en un principio.
Desde Adif también habían detallado en un principio que la incidencia afecta concretamente a las líneas de Cercanías de la capital madrileña y que está provocando retrasos generalizados de 20 minutos. "Personal de Adif está trabajando para solucionar esta incidencia lo antes posible" ha añadido la cuenta oficial de la empresa. No obstante, muchos usuarios de Twitter alegaban que los tiempos de espera son mucho más largos que el tiempo señalado. "Llevamos una hora parados en atocha" exclamó una usuaria del servicio de transporte público y en la última notificación lanzada por Adif habían expresado que "Por razones de seguridad, los trenes están siendo detenidos en las estaciones."
Otro gasto más
La denuncia de los trabajadores sobre las cenas de Navidad: tan solo un 15% las pagan las empresas
Las cenas de empresa ya no son lo que eran. Los trabajadores se quejan de que estos eventos tienen precio de oro y que ya no los paga la empresa, sino que el dinero sale de su propio bolsillo.