La Delegación del Gobierno en Galicia estudia regularizar la situación de los dos migrantes senegaleses que ayudaron a Samuel, el joven asesinado por una paliza en A Coruña, al considerar que tuvieron una participación activa en el intento por salvar su vida y, posteriormente, por haber haber sido claves a la hora de identificar a los agresores.

Así lo ha confirmado el propio delegado, José Miñones, en conversación con laSexta. En este sentido, según ha explicado el dirigente, este martes ha hablado con el secretario de Migraciones, de tal forma que se pueda iniciar el proceso: "Hemos tenido una conversación en la que me ha transmitido el interés del Gobierno en la regularización de estos senegaleses, por los actos y las pruebas testificales".

No obstante, según explica Miñones, desde el Ejecutivo aún no han comunicado ninguna decisión, debido a que están a la espera de que el ministerio dé luz verde a un permiso de residencia de trabajo. "Se les esta haciendo un informe, pruebas de identidad y se trasladará a la Secretaría de Estado y verán que alternativas hay", informa.

Sus nombres son Ibrahima y Magatte, de 39 y 38 años, respectivamente. Como ya contamos, el primero de ellos; Ibrahima, llegó a cubrir a Samuel con su cuerpo ante la violencia de los agresores. Un hecho que ha llevado a las propias amigas del joven asesinado a considerarlo "uno más del grupo", sobre todo por su implicación en el momento. Un hecho que también ha reconocido el propio Miñones.

"Tenemos conocimiento de su acción heroica. En los detalles no podemos entrar, porque son testigos directos. Pero nos consta que fueron dos de las personas que intentaron intermediar en la paliza, con una acción heroica, ya que uno de ellos recibió golpes intentando interponerse en la misma", apunta.

Declaraciones que coinciden con las del grupo de amigas en Samuel, que no pudieron evitar su afecto hacia Ibrahima: "Fue el primero en meterse en medio sin dudarlo", relata Vanesa, una de las amigas de la víctima presentes en la paliza que, como las demás, se fundió en un abrazo con Ibrahim. Así, le quiso dar las gracias "a pesar del desenlace, porque otras personas no lo habrían hecho".

No obstante, la actitud heroica de estas personas no fue suficiente para evitar el desenlace. La discusión se inició porque dos de los detenidos, que eran pareja, pensaron que Samuel y su amiga los estaban grabando a las puertas de la discoteca, cuando en realidad hacían una videollamada. Hasta el momento hay seis jóvenes arrestados, la mayoría de ellos en prisión provisional.