La jueza de Vielha ha decretado el secreto de actuaciones en relación al caso de la muerte del oso Cachou, según ha informado el Consejo General de Arán, especificando que no se podrá "comunicar públicamente, ni enviar información a aquellas personas o entidades que realizaron solicitudes formales de información, especialmente en referencia al informe de necropsia".

El oso Cachou fue hallado muerto el pasado 9 de abril en Lleida, y WWF, el Fondo Mundial para la Naturaleza, pidió al Gobierno y a la Generalitat que se aclararan las causas de la muerte para descartar que fuese premeditada.

La organización aseguraba en un comunicado que ante un caso que había levantado tanta polémica, consideraba "urgentes los resultados para esclarecer los hechos, mostrar rigor en la investigación y tomar medidas en caso de causas no naturales".

En este sentido, WWF pedía a las administraciones responsables que informasen "cuanto antes sobre el análisis que se había realizado y cuáles habían sido los resultados"; dado que en una necropsia preliminar, se databa que la causas de la muerte eran naturales por una pelea con otro macho y una caída desde 40 metros.

La muerte de este ejemplar ha vuelto a suscitar el debate sobre la reintroducción de osos en los Pirineos, ya que Cachou formaba parte precisamente de un proyecto pionero en Europa, iniciado en 1996, para la reintroducción de este gran carnívoro.

WWF y otras organizaciones ecologistas sostienen que este ejemplar apenas tenía 6 años y era clave porque aportaba una importante variabilidad genética a la población oriental de oso pardo en situación crítica y con graves problemas de endogamia.