Cuatro médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Almería, el director del Departamento de Sevilla del Instituto Nacional de Toxicología y ocho facultativos de esta institución han declarado a puerta cerrada en el juicio por el asesinato de Gabriel Cruz.

Así comparecieron también los padres y familiares del pequeño, que a petición del abogado de la acusación, declararon en una sesión cerrada al público y a medios de comunicación.

A su salida del juzgado, Nicasio Marín, médico forense que redacta el informe de la acusación, ha señalado que han "aportado pruebas y evidencias de que hubo una violencia intensa y extensa".

Además, este facultativo ha apuntado ante los medios que "la simplificación del mecanismo de taparle la nariz y la boca (como causa de la muerte) es una banalización que no es razonable ni lógica".

Con la intervención de los médicos forenses el juicio oral a Ana Julia Quezada, para la que piden prisión permanente revisable, ha superado su ecuador. Ya han declarado la acusada, los testigos, agentes de la Guardia Civil y los peritos.