Michelle Carter, entonces de 17 años, envió decenas de mensajes a Conrad Roy III, de 18, en los que le animaba a acabar con su vida, y el 12 de julio de 2014 las autoridades encontraron al joven muerto por intoxicación de monóxido de carbono en su vehículo.
Carter se enfrenta a hasta 20 años de prisión según un veredicto que ha sorprendido en el ámbito legal porque la acusada no estaba presente en la escena del crimen, la víctima actuó sola y además el estado de Massachusetts no penaliza legalmente la incitación al suicidio.
El juez Lawrence Moniz destacó que Carter admitía no haber llamado a la policía ni a la familia de Roy, y tampoco haber dado instrucciones al joven para que saliera de la camioneta mientras se comunicaba con él en el momento del suicidio, recogió The New York Times.
Roy condujo hasta el aparcamiento de un supermercado y colocó la salida de una bomba de agua que emitía gas dentro de su vehículo, pero cuando se empezó a encontrar mal salió de él. Carter le dijo por teléfono que volviera a entrar: "Vuelve a meterte. Hazlo y punto".
"Instruir a Mr. Roy para que volviera a la camioneta constituye una conducta imprudente y deliberada, creando una situación en la que hay una gran probabilidad de que se produzca un daño sustancial", dijo Moniz en el juicio, que se celebró en la ciudad de Taunton.
El abogado defensor, Joseph P. Cataldo, alegó que Carter no es responsable de la muerte de Roy porque éste tenía un historial de depresión, se había intentado suicidar antes y había buscado cientos de veces información en Internet para saber cómo hacerlo.
No obstante, tomando como prueba la voluminosa correspondencia entre los dos jóvenes a través de las redes sociales, los fiscales trataron de demostrar que las palabras de Carter fueron imprudentes y su conducta sí provocó la muerte de Roy.
La abogada del distrito asistente Katie Rayburn subrayó que hoy en día los teléfonos "te permiten estar virtualmente presente con alguien" e igual que la gente "se enamora por internet y a través de textos", también se puede acosar e "incitar a alguien a morir por mensaje".
En este sentido, Carter había estado animando a Roy a suicidarse desde que él le comunicó sus intenciones en junio, aunque inicialmente la joven le aconsejó que no lo hiciera, según analizaron los fiscales. El mismo día de su muerte, la entonces adolescente le escribió: "Simplemente tienes que hacerlo. Dijiste que lo ibas a hacer. O sea, no entiendo por qué no lo haces".
Carter, ahora de 20 años, puede permanecer en libertad bajo fianza pero no contactar con la familia de Roy ni solicitar un pasaporte, declaró el juez, quien la convocó a una audiencia el próximo 3 de agosto.