Un jurado popular ha declarado culpable de homicidio por imprudencia grave a un hombre que estaba acusado de matar con un cuchillo de cocina en su domicilio de Gijón a su pareja, una mujer de 34 años y con un grado de discapacidad psíquica del 70%, según han informado fuentes judiciales.

La Fiscalía consideraba que los hechos eran constitutivos de un delito de homicidio con las agravantes de parentesco y de desprecio de género y pedía para el acusado una condena de 22 años de prisión y de 10 años de libertad vigilada con la prohibición de residir en Asturias.

Tras el pronunciamiento realizado por el jurado en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, el Ministerio Público ha adaptado su petición al veredicto para solicitar el máximo de cuatro años de cárcel para el acusado, que durante el juicio insistió en que las lesiones se produjeron de forma fortuita al intentar evitar que la mujer se quitara la vida con un cuchillo.

En la causa también estaban personadas la acusación particular y la popular, que ejerce la Asociación Abogadas para la Igualdad, y que consideraban los hechos constitutivos de un delito de asesinato, al sostener que hubo alevosía y ensañamiento, y pedían para el acusado una condena de prisión permanente revisable o alternativamente una pena de 27 años de cárcel.

Según el relato de la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 13 de marzo de 2016, cuando la pareja, que mantenía una relación desde cuatro años antes, se dirigía hacia su domicilio e inició una acalorada discusión en la calle en la que el acusado le dijo a la mujer: "Hija de puta, te voy a matar".

Una vez en el domicilio, según el Ministerio Público, el procesado cogió un cuchillo de cocina, con una hoja dentada de unos 11,5 centímetros, y se lo clavó a la mujer al menos en dos ocasiones en la zona torácica y a nivel de la línea axilar.

Según la Fiscalía, durante el día siguiente el acusado, consciente de que la mujer estaba aún con vida tumbada en la cama sin poder levantarse y agonizando, no procedió llamar a los servicios médicos ni a prestarle ningún tipo de auxilio.

Así, no fue hasta el día 14 cuando llamó a los servicios de emergencia, que inmediatamente se personaron en el lugar y constataron que la mujer había muerto tras cogerle el teléfono, y para aparentar que la mujer aún se encontraba viva, y realizar una llamada al suyo, según la Fiscalía.

El acusado fue detenido ese mismo día y la autoridad judicial decretó su ingreso en prisión provisional pero, según señalaron los agentes que participaron en la investigación, dio dos versiones distintas del caso cuando fue interrogado por la Policía.

Así, según testificaron en la vista oral celebrada en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, en un primer momento atribuyó las heridas punzantes que presentaba el cadáver en el torso a la mujer fue asaltada por dos chicas, pero luego afirmó en Comisaría que ella intentó cortarse las venas y que él intentó evitarlo forcejeando para quitarle el cuchillo.