El jurado ha declarado culpable de homicidio con dolo eventual a José Lomas, el octogenario acusado de matar matar de dos disparos a un intruso que entró en su finca en agosto de 2021. El veredicto, alcanzado por siete votos frente a dos, contempla no obstante la eximente incompleta por anomalía o alteración psíquica y la atenuante de confesión. Ahora, será la jueza quien dicte sentencia en los próximos días.
El librero octogenario, que ya pasó nueve meses en prisión preventiva, se enfrentaba a una pena de 12 años y seis meses de prisión por un delito de homicidio, pero ahora, tras ser declarado culpable de un delito homicidio con dolo eventual y la eximente incompleta de anomalía psíquica y la atenuante de confesión, la Fiscalía ha rebajado su petición a seis años de cárcel. Por su parte, la acusación particular, que inicialmente pedía una condena de 25 años por asesinato, pide ahora siete años y seis meses de cárcel.
Su abogado, que venía reclamando la libre absolución del acusado, ha pedido que se le imponga la menor de las penas y que pueda seguir en libertad provisional. En un comunicado, ha expresado que su cliente podría ser condenado a dos años y medio y que, como ya estuvo nueve meses en prisión provisional, es posible que incluso no entre en la cárcel y la pena se quede en suspensión.
En la misma nota, el letrado, Juan Manuel Lubreras, considera que el veredicto es un "éxito" frente a los 25 años de condena que solicitaba inicialmente la acusación, pero afirma que no comparten la decisión del jurado y la recurrirán.
Dos disparos que mataron al intruso
Según el escrito de calificación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron la madrugada del 1 de agosto de 2021, festivo en Ciudad Real, en la casa de campo del procesado, cuando este se despertó y salió a encender el sistema de riego. El acusado, que tenía en su habitación dos escopetas paralelas, un rifle, dos escopetas de un cañón y diversa munición, todas ellas en perfecto estado y con sus permisos legales, cogió una de las armas cargada con dos cartuchos ante el temor de estar siendo víctima de un robo.
Entonces, salió al corralón en el exterior de la finca desde la puerta de su vivienda observó en las inmediaciones del cuarto de herramientas a la víctima, que tenía múltiples antecedentes penales por delitos patrimoniales, que portaba una motosierra apagada que previamente había cogido del interior del cuarto de aperos con la intención de sustraerla.
El acusado se dirigió directamente al lugar donde se encontraba esta persona y le disparó a una corta distancia, impactando en la cara anterior del tórax. Acto seguido, efectuó un segundo disparo que impactó en la cara posterior. Entonces regresó a su habitación y cargó de nuevo la escopeta con otros dos cartuchos, se dirigió de nuevo al lugar donde yacía el cuerpo ya sin vida y efectuó un tercer disparo al aire. La víctima falleció en el acto por los dos impactos recibidos en zonas vitales.